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Foto del escritorLIc. María Valeria Couture De Troismonts

La violencia se extirpa con amor, no con marchas.


Esta pandemia global se erradica con prevención. Y con semillas que hay que sembrar intrafamiliarmente: amor, respeto mutuo, templanza, tolerancia, paz. Por qué seguimos haciendo marchas si no sirven?. Parar el país con marchas es en vano: no generan conciencia ya que desde que se convocan, las denuncias por violencia de género aumentaron el 60%. Porqué no usamos esos mismos recursos de tiempo y energía para pensar juntos soluciones eficaces al problema?. Dejemos de escribir en pancartas #NIUNAMENOS y cortar la ciudad que cada vez hay más e incontables casos de mujeres abusadas, golpeadas, asesinadas. Y hombres también. Porque los hombres también son agredidos por las mujeres, física y verbalmente. Porqué nunca se habla de eso?.

Dejemos de poner cámaras de seguridad y policías en las esquinas para intentar detener la delincuencia. Dejemos de ser tan necios y absurdos como sociedad. La única manera de desterrar la locura, la adicción, el abuso, la agresión, la delincuencia, el femicidio, es infundiendo amor y respeto en el seno familiar y dejar de educar con violencia. La única manera es comenzando a trabajar en prevención, el Estado y cada uno de nosotros en nuestros hogares. Si no queres que agreda, no lo agredas. Si no queres que pegue, no le pegues. Si queres que respete, respetalo. Si queres que aprenda a ser un hombre de bien y tener Don de gente, tenelo vos primero. El ejemplo arrasa. No salen sapos de manadas de lobos, ni lobos de nidos de águilas. Serán parecido a quienes los fecundaron y serán más o menos lo que fueron con ellos. Excepto que vean algún día el error que cometieron sobre ellos y no lo repitan.

Ayer atendí a Julían. 32 años, internado por abuso de todas las substancias que se pueden abusar, delincuente desde los 13 cuando se escapó de su casa porque le pegaban con palos, cadenas, cintos; lo violaba el padre adoptivo, lo encerraban por días. Ya la madre a los 3 años le dijo que se iba a comprar pan "y la hija de puta nunca volvió", me dice. Después cada mujer representará esa "hija de puta" que lo abandonó y se desquitará sobre ellas la ira y la impotencia de haber sido tan dañado espiritualmente por la última persona que debía de dañarlo y romperle el corazón en mil pedazos: su propia madre. Intentó desquitarse sobre él también y lo hizo varias veces. Tiene sus muñecas cortadas y llenas de marcas, rastro que quedó de sus fallidos intentos de suicidio. Julián nunca fue amado, tocado, contenido, respetado, cuidado. Mirado. Tiene cientos de entradas a Institutos de Menores, cárceles y Hospitales Psiquiátricos pero lo que no tiene es una historia de amor con una mujer en su haber. Ni con nadie porque él no sabe lo que es el amor. Nunca pudo amar a nadie. Sólo dañar y destruir y romper a mujeres, a él mismo, a otros, a cosas y personas, de la misma manera que todos fueron haciendo con él. Ha robado inumerable veces, se ha intentado matar otras tantas y a dado puños a más de uno y una. Nunca

se relacionó desde otro lugar que desde el odio y la violencia porque es lo único que conoció. Es hora que dejemos de ver a estos hombres como monstruos y ayudarlos para que no hagan daño a nadie más. El Estado a estos hombres les da un 114 para llamar y cuando llamas no te contestan. Yo trabajo en la rehabilitación de personas como Julián. Pero sola porque el Estado no tiene ningún dispositivo para ellos. Todo está armado para proteger y contener y dar tratamiento psicológico a la víctima. A mí me echaron del Municipio de Tigre hace 3 años por atender a un padre que abusaba a su hija de 15 años. La escuela notificó que la niña había mejorado sus notas, empezado a socializar en el recreo nuevamente y refería que el padre nunca más la había tocado después del trabajo que hicimos los tres en el consultorio. Me citaron una mañana en Dirección y me notificaron que no me renovaban el contrato porque "había atendido a un abusador sexual y que en el municipio no se atendían a abusadores". Les recordé que en la Constitución Nacional dice que la salud es un derecho para todos pero no les interesó tampoco la Consitución y me mostraron la puerta de salida. Le escribí al Señor Massa, intendente en ese momento, y a su esposa, pero ocupados en temas de mayor emvergadura seguramente, hicieron oídos sordos. Cuando los vean en los medios hablando de su preocupación por la violencia de género, háganme caso: no les crean.  La misma situación es con los golpeadores. Quedan sueltos, solos, sin tratamiento, con alguna perimetral por unos días alejados del domicilio de la víctima pero listos para volver a atacar el día que expira. Hay que tratarlos y varios de ellos tienen recuperación. Existen abordajes terapéuticos eficientes y eficaces para implementar con personas así.

Tenemos que empezar a hacer algo para que ya no haya en el futuro hombres rotos como Julían.

Lo primerísimo y lo inaplazable, lo urgente y lo impostergable es empezar a educar a las generaciones venideras y a los más pequeños seres humanos de nuestro planeta en hogares sin negligencia, sin violencia psicológica y sin agresión física sobre ellos.

No les pegues, no los insultes, no los descuides, dales TU PRESENCIA, TU AMOR INCONDICIONAL Y TU RESPETO y ya estarás cambiando el mundo para siempre.

A los que les parece utópico hablar de lo que hablo...así volví ayer de mi trabajo.

Un niño de 8 años que nos tiró del pelo, nos pateó y nos decía "hijas de puta" a la mamá y a mí. 8 años. Ven el moretón y las lastimaduras?. Ahora me creen cuando digo que todo comienza en la infancia y es ahí dónde debemos prevenir, reconstruir y edificar?.

Trabajar con estas familias y sanar a estos niños, futuros hombres de nuestra tierra, para que no haya #NIUNOMAS que dañe y lastime cuando crezca es el deber moral que tenemos pendiente.

Somos un pueblo complaciente y complacientes quedan todos creyendo que hacen algo sabiendo que nada de lo que se hace sirve. Esa es la desidia que caracteriza a este país y todos estos países lationamericanos que nos rodean. Así pasan los años y las décadas viendo nosotros de afuera como de un mal pequeño que era antes ahora ya son pandemias: el drama de las drogas, el drama de la delincuencia, el drama de la trata de mujeres, el drama de la deserción escolar, el drama del aborto clandestino, el drama del embarazo adolescente, el drama del femicidio, el drama del maltrato y la negligencia infantil, el drama de la pobreza, el drama en definitiva de ser un país tan patético que mira en los noticieros estos dramas y lo máximo que se les ocurre es organizar una marcha o poner un 144 para llamar para ayuda a las víctimas y cuando llamas nadie atiende. Esta tibieza y esta ignorancia nos está matando a todos, uno a uno. 

 Estoy cerca de un caso de un chico de 14 años que mató a su madre a cuchillazos en la cara y la desfiguró. Violencia de género. Por novios, esposos, amantes, y hasta por los propios hijos. #NiUNAMENOS aplica. El hijo fue cruelmente maltratado por la mujer y por su padre hasta que un día, hace pocos días, volvieron a maltratarlo, y explotó. #NIUNOMENOS  para que no haya más chicos maltratados que después saquen la violencia que los adultos le fueron metiendo adentro a lo largo de la vida sería un camino más efectivo para empezar a recorrer así no vemos más niunamenos. Pero más que lícito y loable, claro está, que se marche y se solidarice un pueblo entero en esta situación. Está buena la diversidad y que cada uno de nosotros nos ocupemos de diferentes frentes. Yo me ocupo de los #NIUNOMENOS de los que no tienen voces y nadie los escucha, por los que nadie marcha ni hace carteles ni llena su facebook de fotos de perfil. Me ocupo de la otra cara: de la violencia que ejerce la mujer contra los menores. Y la que ejerce el hombre sobre los menores. Es injusta una sociedad cuando sólo marcha por unos y olvida a otros. Y justamente eso que olvida es la raíz del problema por el cual se levantan luego las banderas.

Lic. María Valeria Couture De Troismonts

Proyecto De Zero


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