1-Dale todo lo que quiera, satisfaciendo sus caprichos. Lo harás conocer que todo se alcanza sin esfuerzos y cuando sea mayor exigirá lo mismo de la sociedad. 2-Recoge lo que él tira y desordena; permite que destruya a su antojo y repara los daños sin reconvenirlo. Crearás en él la idea de que todo el mundo debe servirlo y que él tiene derecho a exigirlo. 3-Dale siempre la razón, contra el maestro, los vecinos, los mayores o los compañeros y lo harás soberbio e injusto, convenciéndolo de su infalibilidad. 4-Aplaude la grosería y la fuerza bruta y creerá razonable aplicar la ley de la selva. 5-Cuando falte el respeto a alguien, sonríele. Perderá la noción de la consideración por sí mismo. 6-Apoya su tendencia al engaño y aprovechamiento. Estimularás los malos instintos que llevamos dentro. 7-Tolera que sea desconsiderado con los humildes o los servidores y perderá la noción de la convivencia y el amor al prójimo. 8-Fomentale el lujo desmedido y podrá alcanzar algún placer, pero no la felicidad, confundiéndose sus conceptos. 9-Deja que maltrate a los animales y destruya las plantas; se convertirá en un hereje; entonces no podrá gozar del maravilloso espectáculo y ejemplo de la naturaleza. 10-Disimula la mentira y se convencerá de que se puede engañar; pero perderá la confianza en las palabras, en los demás y en sí mismo. 11-Tolera que no respete la propiedad ajena y le faltará tranquilidad para gozar de la suya. 12-Si no le haces ver casi a diario lo mucho que posee, sólo por haber "nacido en este tiempo" y "este medio" sin que para ello hayan ocurrido su voluntad ni su esfuerzo, no comprenderá "la deuda del hombre con la sociedad", le faltará el impulso generoso de la solidaridad social y sólo será un resentido...